A pesar de que el soul no nació como un género musical triste ni mucho menos, pues sólo se trataba de trasladar al lenguaje profano las letras de las canciones religiosas del gospel, resulta que realmente, una vez pasado el tiempo, han sido las baladas y canciones lentas las que han ido quedando poco a poco en nuestra memoria tanto visual como auditiva. De hecho, mucha gente equipara el soul con su traducción literal ("alma"), y piensa que son melodías y pensamientos que salen de lo más profundo de nuestro ser, o en este caso de los autores y también de los intérpretes, que ponen todo su corazón cuando las cantan. Es un visión un poco poética, pero ahí está, perdurando al paso del tiempo.
Así, de una u otra manera, este estilo musical podría dar lugar a canciones intimistas y subjetivas, siendo algo así como una confesión, una manera de mostrar nuestro estado de ánimo y nuestros sentimientos más profundos. Imagino que, precisamente por eso, no se puede usar en todas las situaciones, y esto me vino a la mente el otro día, cuando disfrutaba de un poco de pornografía online. Realmente, nunca he visto que este tipo de música se reproduzca en ninguno de estos videos xxx; y si me refiero a los últimos que vi, justo de porno transexuales, casi que podría comprenderlo. Porque, ¿cómo interpretar con una melodía lo que puede sentir una persona transgénero, si no lo eres?
En realidad, no hay mucha gente que entienda el mundo transexual, y no ha sido hasta hace poco que se ha empezado a normalizar, viéndolo como otra identidad sexual junto a la homosexualidad. Y es que es mucho más complicado si cabe que el ser gay o lesbiana, al menos el entenderlo y el aceptarlo, y no hablemos de actuar en consecuencia. Luego, si tenemos en cuenta las trabas homofóbicas, e incluso los tabúes sociales que rodean al tema del sexo sea cual sea su vertiente, comprendemos que es un asunto que no puede tomarse a la ligera, y que lidiar con él es un esfuerzo de grandes proporciones ¿Y ayuda de los demás? Pocas, permíteme que te lo diga.
Hace poco conocí la historia de una boxeadora transexual que era muy célebre su país, Tailandia. Ella misma cuenta cómo, a pesar de ser un lugar donde se supone se trata con normalidad a los transexuales (o al menos eso tenemos en mente, gracias nuevamente al porno trans y a sus famosas ladyboys), ella ha sufrido críticas y rechazo social, y no ha sido sino en el extranjero cuando ha podido cosechar todo el éxito deportivo que merecía. Ahí vemos que no nos podemos dejar llevar por la pornografía en estos casos, no todo es color de rosa como nos quieren mostrar, que cualquier maromo descubre que la tía con la que ha ligado tiene rabo y se lo toma tan bien, nada de eso.
De todas formas, y volviendo al tema de la música para el porno, debo reconocer que no tengo muy claro si resultaría otra diferente a la que suelen poner, y si merecería la pena usar el soul o cualquier otro estilo de música intimista para innovar un poco. Realmente, esa melodía estridente muy de los 80 funciona como dios, no recordemos que lo único que busca es acompañar a la excitación de la escena, no enriquecerla de ninguna manera. Cierto que últimamente parece que se están produciendo algunos cambios, y aunque la música tiene el mismo objetivo, se intenta usarla menos en las escenas, incluso dejarlas sin música de fondo para apreciar más la acción del momento... ¡En fin, nunca está de más probar cosas nuevas!